Introducción
Cuando se habla de comunicación
para el desarrollo es importante tener como punto de referencia las situaciones
particulares de los sujetos con quienes se va a intervenir, en este caso nos
referimos a mujeres campesinas como sujetas de especial protección, con
características y vivencias particulares que evocan también a un territorio o
contexto, como lo es el campo y la ruralidad.
Este texto analítico desarrolla
una estrategia que se basa en un proceso
de comunicación asertiva que favorezca la inclusión social de las sujetas de
especial protección con una perspectiva intercultural, que pueda propiciar la elaboración
de planes, programas, proyectos y políticas que garanticen los derechos de la población
sujeto de intervención.
Cabe resaltar que la estrategia
estará directamente ligada y relacionada con el Trabajo Social como profesión y
eje fundamental a la hora de abordar esta idea.
Desarrollo o cuerpo del texto.
Para
comenzar es necesario realizar una articulación entre la comunicación y el
Trabajo Social, desde las capacidades resolutivas para los retos de
comunicación en los territorios ruarles por lo anterior, se propone:
Según
las condiciones del contexto y el impacto que se desea lograr, es necesario plantear
o exigir una estrategia de comunicación para el desarrollo, lo que lograra un
proceso participativo- activo con las mujeres campesinas, convirtiéndolas en
sujetas protagonistas dentro de la estrategia.
Por
consiguiente, es primordial realizar un diagnóstico o un dialogo de saberes,
por medio del cual se identificará, sobre las mujeres: quienes son, cuáles son
sus preferencias, gustos, necesidades, etnia (si llegara a ser manifestada por
la misma población, esta no debe suponerse), empleo del lenguaje, formas de
comunicación o expresión verbal y no verbal, relaciones familiares y
comunitarias, etc.
Al
saber quiénes son estas sujetas, se podrán identificar las formas de
comunicación que han generado, debido a que en muchos territorios se crean
estrategias no convencionales como, por ejemplo, utilización del cuerno para
dar un mensaje comunitario (como si fuera un megáfono), fuegos pirotécnicos
para dar aviso sobre una actividad importante para la comunidad (mingas,
celebraciones, reuniones comunales, trabajos comunitarios). En muchas
comunidades también se cuenta con recursos para la comunicación como los
humanos (voz a voz, incluidas aquí las formas de comunicación a través de los
cantos o las llamadas cantaoras), físicos (salones comunales, escuelas,
canchas), emisoras comunitarias, entre otros.
Algunas
de estas formas de comunicación en un principio, pueden ser invisibles, pero de
la empatía y asertividad dependerá la
generación de confianza y por ende el enriquecimiento en el dialogo de saberes,
lo cual se logra en un tiempo prudente de integración.
A partir de la creación de este lazo de
confianza, se podrá saber si la población reconoce o ha escuchado algo sobre
política pública para la protección de ellas como sujetas especiales ante la
ley, saber si ellas entienden qué es y su finalidad desde la participación
comunitaria y la visibilizacion como sujetas de derechos; de esta manera se identificarán mitos y realidades sobre la participación de
las mujeres campesinas en las políticas públicas.
Posterior
a esto es necesario dar paso a la creación de objetivos de trabajo con las
mujeres a partir de una estrategia de acción-participación (orientada en los
principios propuestos por Orlando Fals Borda para la educación popular) por
medio de la cual la mayoría de las estrategias podrían llegar a ser propuestas
por las mismas mujeres, lo que generara para la población apropiación,
posicionamiento y empoderamiento, frente a la comunicación y la participación y
al ejercicio político intrínseco en esta.
Al
ser las mujeres protagonistas en la estrategia de comunicación, ellas se encargarán
de replicar la información, difundiendo el mensaje por medio de un lenguaje
entendible y anclado a la realidad de vida y el territorio.
Cierre o conclusiones.
Este
comentario analítico no podría quedarse en un análisis básico de la información,
sino que debería propiciar una estrategia clave como se describió
anteriormente. La comunicación para el desarrollo y el Trabajo Social se
conjugan para facilitar un proceso de reconocimiento y empoderamiento de las
mujeres campesinas como sujetas de especial protección.
Se relacionan además con el enfoque
alternativo de buen vivir, entendido este como un enfoque que surge desde el
postdesarrollo, el cual busca respetar la relación entre humano, naturaleza y
ser viviente, en este caso, de las mujeres campesinas, reconociendo sus
historias, voces y vivencias, desde una comunicación práctica como factor
primordial que determinara la relación con el territorio, ellas y la política pública,
la cual debe estar vinculada a las dinámicas y realidades de las mujeres
campesinas.
La
viabilidad de esta estrategia de comunicación y empoderamiento estará en el
conocimiento y acceso de las mujeres, desde los mecanismos de participación,
ligados a la transmisión, replica y apropiación de los mensajes que se irán construyendo
y que parten de la reivindicación de los derechos de las mujeres campesinas
como sujetas de especial protección transformando sus vidas y territorios.
Referencias bibliográficas
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Una voz
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